Muchos agricultores hoy en día tienden a notar que los fertilizantes minerales no son tan efectivos como antes. La degradación del suelo es una de las razones más importantes del bajo rendimiento de los fertilizantes. Se puede decir que no quedan suelos sanos. El modelo químico agrícola causó la degradación biológica del suelo y en algunos de los suelos algunos tipos de microorganismos son casi distintos. En lugar de ellos, se producen nuevos tipos de microorganismos que no crean simbiosis con las plantas. En el nivel de la raíz, aparecen nuevos microorganismos que no alimentan a las plantas sino que son parásitos. Como resultado, incluso al proporcionar plantas con microelementos al máximo no funcionan de manera eficiente. Los agricultores se encuentran con enfermedades de plantas híbridas, que no se pueden curar con fungicidas. Para proteger el rendimiento, los agricultores aumentan las normas de productos fitosanitarios y empeoran aún más la biota del suelo.

El problema de la productividad del suelo es muy grave. Los modelos agrícolas que se utilizan hoy en día pueden no ser muy eficientes debido a la expansión de los costos de producción. Las propiedades del suelo tienden a renovarse. Al utilizar fuentes renovables, lo ayudaremos a crear un nuevo modelo de agricultura tecnológica, que enfatizará el mantenimiento de la intensidad de los procesos de formación de suelos naturales.

En este momento, los agricultores siguen dos pautas con respecto a la fertilidad del suelo: especialistas en agroquímicos y ciencia del suelo. Los científicos agroquímicos estudian las propiedades del suelo relacionadas con la nutrición de las plantas minerales y enfatizan la importancia del nitrógeno, el fósforo y el potasio para las plantas. Por lo tanto, esta escuela de científicos valora la fertilidad del suelo solo en presencia de elementos minerales en el suelo y su restauración se puede lograr agregando elementos químicos adicionales (sus sales) al suelo. Los agricultores entienden que si el rendimiento arrastra los nutrientes del suelo, esa cantidad debe ser restaurada, además de que es esencial para mineralizar o, más específicamente, descomponer compuestos orgánicos a inorgánicos.

La escuela de ciencias del suelo explica las propiedades del suelo relacionadas con la formación de materiales orgánicos y su funcionamiento. Tratan de explicar a los agricultores que los procesos de formación de suelos han estado en vigor desde tiempos muy antiguos. Creen que los agricultores deben entender que la secreción de raíces y los restos de plantas son necesarios para la nutrición de los microorganismos del suelo. Los microorganismos (especialmente los que están en el nivel de la raíz) producen sustancias activas que disuelven el mineral del suelo, por lo que los elementos químicos de los minerales se vuelven accesibles para las plantas.

El nitrógeno es esencial para lograr la funcionalidad armónica del nitrógeno del sistema biológico, ya que algunos grupos de microorganismos tienden a repararlo de la atmósfera. Los científicos coinciden en que, debido a esta razón, toda la biomasa del suelo y los orgánicos, que los microorganismos utilizan como nutrientes, no tienen que mineralizarse, sino almacenarse y acumularse en el suelo. Al aprender a manejar la composición de biomasa, la planta de producción de nutrientes en el suelo funcionará de forma gratuita.

La producción de nutrientes naturales de las plantas crea la fertilidad del suelo.